Las amistades: variaciones sobre un tema

Sobre la autora

Brenda Dater, MSW, MPH, es directora ejecutiva de AANE y autora de Parenting Without Panic. Brenda es madre de tres hijos, y su hijo mayor es una mujer transgénero autista. Brenda ha facilitado grupos de apoyo para padres durante más de 20 años y disfruta enormemente creando un entorno en el que los padres puedan encontrar el apoyo, la información y la comunidad que necesitan.

Este mes hablaremos de las amistades y las relaciones sociales. La soledad es uno de los mayores dificultades que afronta nuestra comunidad autista. Muchos adolescentes y adultos autistas y sus familiares se ponen en comunicación con AANE en busca de contactos sociales que puedan resultar en una amistad. Hacer amistades puede ser difícil para los autistas porque los que no son autistas tienen reglas y expectaciones implícitas sobre cómo deben funcionar las interacciones sociales. Por ejemplo, esperar el turno para hablar, limitar el tiempo de conversación sobre un tema específico o hacer preguntas a la otra persona, las normas sociales establecidas por los neurotípicos puede hacer que establecer o mantener una amistad resulte muy pesado.

Un mito sobre la amistad: Los amigos en línea no son amigos de verdad

Muchos padres se ponen en contacto con AANE preocupados porque su hijo, independiente de su edad, sólo tiene amigos en línea que nunca ha visto en persona. Ya antes de que COVID nos trasladara a las interacciones virtuales, muchos autistas encontraban a su gente a través de conexiones en línea. No importa si se trataba de jugar a un juego en línea o de unirse a un grupo de chat para encontrar personas con intereses comunes, he visto florecer amistades significativas en el mundo virtual. Las interacciones en línea pueden eliminar algunas de las barreras de ansiedad social que a veces impiden a los autistas, como la minimización de la necesidad de “conversaciones triviales”. Si la comunicación en línea ofrece un lugar para que las personas con intereses comunes se encuentren, disminuye el estrés y la ansiedad, y permite a la gente saber qué esperar, entonces los espacios virtuales ofrecen un ambiente óptimo para conexiones reales que no se deben minimizar.

Cuando le dije a mi hija trans autista, Rachel, que iba hablar del tema de las amistades y los contactos sociales, me pidió que compartiera su experiencia. A sus 26 años, Rachel sigue prefiriendo ver a sus amigos en persona. Pero también cree que sus amistades en línea le han permitido encontrar a otras mujeres trans autistas a las que ha sido difícil encontrar en persona. Estas amistades son profundas, cariñosas y beneficiosas para ella. Tiene personas con quienes conecta y en que confía, y ella y sus amistades se sienten mutuamente apoyadas y celebradas. Si no tuviera estas conexiones en línea, estaría mucho más solitaria. Para ella, independientemente de dónde los conozca, todos son verdaderos amigos.

Encontrando amigos fuera de la escuela o el trabajo

A los padres también les preocupa que su hijo autista no parezca tener amigos en el colegio o no se haya conectado con compañeros en el trabajo. Es cierto que los colegios pueden ayudar a identificar a otros alumnos con intereses similares y que puede haber un grupo de recursos para empleados (ERG) con quienes conectarse en el trabajo. Sin embargo, yo invito a los padres a pensar en todas las oportunidades que tienen sus hijos de relacionarse con otras personas durante el día, más allá de esos espacios. Yo soy miembro de un coro intergeneracional al que se han unido muchos autistas y familiares. Una mujer autista y su madre me dijeron que el coro era el primer lugar en el que sentían que podían ser auténticas y sentirse aceptadas y bien recibidas.

La amistad requiere tiempo

Aparte de la cuestión de dónde encontrar amigos, está la de cómo encontrar amigos. Por mucho que una persona desee una conexión instantánea con otra, lo más frecuente es que las amistades se desarrollen durante un periodo de tiempo largo. En el caso de mi hija, una primera impresión fuerte le ha llevado en ocasiones a excluir a un posible amigo después de un solo contacto. Aunque a veces estaba claro desde el primer encuentro que no era una buena combinación, otras veces, ella admitía que podía haber puesto demasiadas expectativas en encontrar ese “amigo al principio”. Ahora Rachel ve el valor de dejar más tiempo para que crezca una nueva amistad.

Energía social

Ningún discurso sobre la amistad y la conexión social está completo sin abordar la cantidad de energía necesaria para interactuar con otras personas. Por ejemplo, aunque a mi hija le gusta pasar tiempo con sus amigos, también necesita mucho tiempo que no pasa interactuando con otra gente. Ha aprendido que una combinación de tiempo sola o con nuestro perro le ayuda a reponer la energía que necesita para ser más sociable. Rachel se defiende a sí misma con confianza, y les dice a sus amigos cuando necesita tiempo sola para que no haya malentendidos sobre su interés por ellos. Cada uno de nosotros tiene su propia combinación óptima de tiempo dedicado a socializar y tiempo dedicado a actividades más solitarias. Aunque esto a menudo cambia con tiempo, asegurarse de que existe un equilibrio entre los dos es crucial. Liberarse de las presiones sociales, aumentar la autocomprensión y reclamar lo que uno necesita es una base sólida para encontrar y mantener conexiones sociales de valor.

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