La mentalidad de interdependencia
Sobre la autora
Brenda Dater, MSW, MPH, es directora ejecutiva de AANE y autora de Parenting Without Panic. Brenda es madre de tres hijos, y su hijo mayor es una mujer transgénero autista. Brenda ha facilitado grupos de apoyo para padres durante más de 20 años y disfruta enormemente creando un entorno en el que los padres puedan encontrar el apoyo, la información y la comunidad que necesitan.
La independencia y la interdependencia pueden coexistir
Este mes hablaremos sobre autismo e interdependencia. Aunque nuestra sociedad impulsa la idea de la independencia, muy pocas personas (sin importar su neurología) son completamente independientes. Todas las personas necesitamos ayuda, a veces por una infinidad de razones, puede ser que una persona pide ayuda a otra que tiene experiencia o habilidad en un área en particular, o por una circunstancia especial tal vez esa persona no puede hacer algo que normalmente hace. Tener el tipo de ayuda adecuado en el momento adecuado puede reducir la ansiedad y el estrés de cualquier persona. Confiar en los demás y hacer que otros confíen en ti crea conexiones importantes, y esta interdependencia debe valorarse tanto como la independencia.
Ayuda no es una mala palabra de cinco letras
Una de las conversaciones que más recuerdo con un adulto autista giró en torno a aceptar ayuda. Un joven de 28 años me explicó que le habían enseñado desde pequeño que tenía que hacer todo por sí mismo. Sus padres querían asegurarse de que pudiera “abrirse camino en el mundo”, por lo que le animaron a no admitir que necesitaba ayuda. Ya fuera en la escuela o en el trabajo, les decía a sus maestros o jefes que todo estaba bien y que no necesitaba apoyo adicional. Mientras tanto, no entregaba los trabajos o se saltaba los plazos, y terminó con calificaciones bajas y perdiendo su empleo.
Espero que todas las personas que lean o escuchen esto presten atención a este único mensaje: Admitir que encuentras algo difícil y que puedes necesitar ayuda no te hace débil. Serás una persona más fuerte y segura de ti misma si puedes comunicárselo a tus jefes o maestros y solicitar las adaptaciones o el apoyo que te ayudarán a prosperar sin sacrificar tu salud y energía. Por supuesto, es posible que algunos lugares de trabajo y escuelas no brinden un apoyo total y, en esos casos, se necesitará más soporte para que todos puedan pedir lo que necesitan.
Interdependencia en acción
Mi hija autista de 26 años, Rachel, quería que compartiera nuestra experiencia sobre este tema, a ella le gusta decir: “Necesito ayuda cuando la necesito, pero no todo el tiempo”. Por ejemplo, es completamente independiente con el trabajo de su posgrado, las compras y el lavado de ropa. Pero a veces necesita ayuda adicional con algo en lo que ha sido independiente durante mucho tiempo, cómo averiguar qué problema hubo con sus medicamentos en la farmacia. Sus niveles de energía pueden cambiar de un día a otro o incluso de una hora a otra. Por lo tanto, algunos días puede asumir tareas exigentes, como hablar con su compañía de seguros de salud por teléfono, y otros días, me preguntará si puedo hacer yo la llamada. Puede ser porque tenga demasiadas cosas complicadas con las que lidiar ese día o porque no ha dormido bien. El hecho de que la ayude en los días en que está demasiado cansada, no significa que no volverá a cuidar de ella misma cuando esté lista. No es diferente a cuando Rachel me hace un encargo a mí en el supermercado si estoy demasiado cansada después del trabajo.
¿La interdependencia está creando dependencia de por vida?
A veces, los padres acuden a mí preocupados de que su hija/o autista de cualquier edad se vuelva demasiado dependiente de su ayuda. Les preocupa haber asumido demasiadas tareas desafiantes para sus hijas/os sin ayudarlos a aprender cómo hacer frente a los desafíos inevitables que enfrentarán a lo largo de sus vidas.
Por supuesto, hay un equilibrio entre ofrecer apoyo cuando es necesario e intervenir siempre. Averiguar cuál es el equilibrio correcto puede ser complicado. Como progenitor, no quiero impedir el crecimiento de mi hija autista asumiendo que no puede hacer cosas. Tampoco quiero que sienta que no entiendo la verdadera lucha y el dolor que experimenta cuando las exigencias de su vida superan su capacidad. Con mi hija trato de tener un diálogo sincero para descubrir cuál es la barrera. ¿Es un aumento de la ansiedad? ¿No está segura de cuánto tiempo le llevará una tarea en particular? Esto me ayuda a evaluar si debo alentarla a hacer algo que es difícil o si es algo en lo que necesita más apoyo. En días complicados o cuando ella está demasiado cansada, puedo intervenir más. Aprendí a ser flexible en mi apoyo y ella aprendió que también puede ser más flexible y hacer cosas que inicialmente pensó que no podía.
Aprender a cuidarse, manejar las responsabilidades diarias de la escuela, el hogar, el trabajo o las relaciones sociales pueden desarrollar la autoestima y la confianza. De manera similar, cuando una persona necesita más ayuda para alcanzar sus objetivos o realizar tareas, puede sentir una sensación de logro al reconocer, admitir y orientar su necesidad de apoyo. Comprender el flujo entre independencia e interdependencia a lo largo de nuestras vidas puede ayudarnos a alcanzar nuestras metas y sentirnos conectadas/os entre nosotras/os.