Autismo y depresión

Sobre la autora

Brenda Dater, MSW, MPH, es directora ejecutiva de AANE y autora de Parenting Without Panic. Brenda es madre de tres hijos, y su hijo mayor es una mujer transgénero autista. Brenda ha facilitado grupos de apoyo para padres durante más de 20 años y disfruta enormemente creando un entorno en el que los padres puedan encontrar el apoyo, la información y la comunidad que necesitan.

Cuando mi hija autista, Rachel, tenía 24 años me dijo que no quería vivir. Durante el último año, había estado entrando y saliendo de hospitales a causa de tres enfermedades autoinmunes diferentes y cáncer. Cada vez que iba al médico, se enteraba de un nuevo diagnóstico o tratamiento al que tendría que someterse. Esta no era la vida que imaginaba para sí misma, y creía que no iría a mejor.

Incluso antes de estos problemas de salud, luchó contra una grave depresión y estaba muy familiarizada con las opciones de tratamiento. En su último año de universidad, nos dijo a su padre y a mí que necesitaba dejar por un tiempo las clases y volver a casa. No podía dormir, concentrarse en su trabajo o realizar actividades que antes disfrutaba. Cuando la depresión estaba en su peor momento, había días en que la única cosa que podía consolarla era acariciar a su perro.

Estoy muy agradecida de que Rachel reconociera que necesitaba ayuda, teníamos acceso a atención de salud mental y física, y estaba receptiva a probar terapia y medicamentos. En el período de dos años, encontró medicamentos que la ayudaron a superar su depresión continua. Hoy, Rachel ve un futuro para ella y quiere que los demás sepan que hay esperanza. Ella me animó a compartir su historia de depresión para que otras personas que viven vidas similares sepan que no están solas.

Aumento de la incidencia de depresión en personas autistas

Hace poco leí que las personas autistas tienen 4 veces más probabilidades de experimentar depresión a lo largo de sus vidas que las personas no autistas. No me sorprende esta estadística. Veo cuánta energía y esfuerzo necesitan las personas autistas para participar en un mundo que no está diseñado pensando en ellos. A menudo se espera que las personas autistas sean las que cambien para cumplir con las normas sociales. Nos cuentan lo cansado y desalentador que es sentirse constantemente incomprendido/a o excluido/a. Por eso es tan importante tener espacios donde las personas autistas puedan compartir su identidad auténtica sin ser juzgadas y recibir la validación de otras personas que tienen experiencias similares.

La depresión puede parecer diferente para las personas autistas que para las personas no autistas. En lugar de mostrar sentimientos de tristeza, las personas autistas pueden experimentar más insomnio o inquietud. Las estrategias recomendadas que pueden ser útiles, como por ejemplo la “atención plena”, el ejercicio o la ayuda a los demás, que requieren más energía, pueden no ser tan asequibles una vez que la depresión se ha instalado. Cuando Rachel estaba al borde de la depresión, no podía ver una forma de mejorar su vida. Sus pensamientos negativos ocupaban mucho espacio en su cerebro y no había espacio para verlo desde una perspectiva diferente.

Pero una vez que su depresión comenzó a mejorar, algunas de las estrategias más frecuentes fueron muy útiles para ella. Pasó más tiempo al aire libre bajo el sol, empezó a salir a caminar, comenzó a trabajar como voluntaria en nuestro banco de alimentos local, empezó a leer más por placer… Todas estas actividades le recordaron que los pensamientos negativos y las reflexiones que estaba teniendo no eran la imagen completa de su vida; ella era más de lo que transmitían las ideas oscuras y recordó que también podía experimentar alegría en su día.

De la soledad a la conexión

Muchos factores diferentes pueden contribuir a la frecuencia de la depresión en la Comunidad Autista: acoso en la escuela, “masking” (enmascaramiento), sobrecarga sensorial, dificultad con el cambio y las transiciones, perfeccionismo, preocupaciones, aislamiento y soledad. De todas estas posibles variables, la soledad es el indicador estadístico más común de depresión. Es por eso que en AANE, nos enfocamos en construir conexiones para que las personas autistas puedan encontrar una comunidad y sentir que pertenecen a ella.

AANE ofrece apoyo y grupos de actividades basados en intereses donde las personas autistas con ideas afines pueden encontrar espacios seguros y cómodos para hacer amigos. Por ejemplo, si te gusta la lectura, la escritura, la naturaleza, la ciencia, la filosofía, la música, las películas o “Dragones y mazmorras”, es probable que haya un grupo para ti. Y, por supuesto, si tienes una identidad interseccional y estás buscando apoyo entre pares, tenemos grupos LGBTQ+, mujeres, mayores de 50 años, adolescentes o adultos jóvenes para personas autistas donde puede conocer a otras personas que probablemente hayan recorrido un camino similar al suyo.

Si estás experimentando depresión, una persona puede sentirse abrumada al dar los primeros pasos. Por favor tienes que saber que otras personas también han estado donde tú estás. Te animo a que te comuniques con alguien de confianza en tu vida o busques atención médica para encontrar los apoyos de salud mental que necesitas. También puedes comunicarte con AANE para obtener información. No estás solo/a.

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Si usted tiene una emergencia y vive en los Estados Unidos, por favor llame al Servicio de Emergencia 911 o diríjase a la sala de emergencia más cercana.

Recursos Para Responder a Crisis en los Estados Unidos:

988 Línea Nacional de Prevención del Suicidio: 988

El Proyecto Trevor (LGBTQ+): 1-866-488-7386

Línea de Texto Para Crisis: 741741

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